Apple ha llegado a un acuerdo para pagar 95 millones de dólares con el fin de resolver una demanda colectiva que acusaba a la compañía de utilizar su asistente virtual Siri para espiar a los usuarios de sus iPhones y otros dispositivos.
La demanda, presentada hace cinco años en un tribunal federal de Oakland, California, alegaba que Siri grababa conversaciones de manera subrepticia, incluso cuando los usuarios no activaban el asistente con las palabras “Oye, Siri”.
Según los demandantes, algunas de estas grabaciones fueron compartidas con anunciantes para personalizar estrategias de venta.
El acuerdo, presentado el martes, abarca a decenas de millones de consumidores que poseían dispositivos Apple con Siri desde el 17 de septiembre de 2014 hasta finales de 2023.
De ser aprobado, los afectados podrían presentar reclamaciones para recibir hasta 20 dólares por cada dispositivo elegible, aunque el monto final dependerá de la cantidad de reclamaciones presentadas.
Según estimaciones judiciales, entre el 3% y el 5% de los consumidores elegibles podrían participar en el proceso.
La cifra acordada, aunque significativa, representa solo una pequeña fracción de los 705.000 millones de dólares que Apple ha generado en ganancias desde 2014. También está muy por debajo de los 1.500 millones de dólares que los abogados de los consumidores calcularon como posible indemnización si Apple hubiera sido declarada culpable de violar leyes de privacidad e intervención telefónica en un juicio.
Del fondo del acuerdo, los abogados que representaron a los consumidores podrían solicitar hasta 29,6 millones de dólares en honorarios y gastos legales. Esto reduce aún más el monto que podría distribuirse entre los consumidores afectados.
Este caso pone de relieve las crecientes preocupaciones sobre la privacidad en la era de los dispositivos inteligentes y plantea interrogantes sobre la forma en que las grandes empresas tecnológicas manejan los datos de sus usuarios. Aunque Apple ha construido su reputación como una empresa comprometida con la privacidad, este acuerdo resalta los desafíos que enfrenta para mantener esa imagen en un entorno de escrutinio creciente.