Por: Fabián Galicia 

Para tener la trompa larga, hay que tener la cola corta, es una máxima del librito de marketing político, esto aplica cuando un actor público se manifiesta en una concepción personal a la hora de criticar a su oponente partidista, incluso a un compañero del mismo establo.

Es correcto, estamos citando el último acto parlante de Gomercito Monarrez Lara, el cual en cada ocasión que toma el micrófono, lo hace para señalar según él a los traidores de su mismo partido, como que ya se olvidó al Gomer, cuando hace unos ayeres traicionó las siglas del PRI donde se cambió de equipo por algunas monedas.

El año pasado en su intervención, como nuevo titular del Instituto de Formación Política «Jesús Reyes Heroles» mejor conocido como el IRH, Gómer Monárrez dijo que este nombramiento era una oportunidad para continuar con la construcción de soluciones, pero tal parece que se le olvidaron sus líneas en pro de la unidad en aquellos tiempos era muy cuestionada su llegada donde los columnistas estatales, dirimían al mismo son, que la traición se premiaba en el Partido Revolucionario Institucional. 

Cuando el Gomer recién entro al IRH, fue muy cuestionado y que este era un traidor al tricolor, que no se merecía dicho puesto en pocas palabras lo hicieron pedazos y ahora resulta que el muchacho tiene demencia senil, ya que con garbo, apunta y señala con su lengua de lija a sus posibles contendientes partidistas, eso es todo su “choro” de denostar a algunos militantes del PRI. 

Es por ello que en su retórica, le hace mucho  “al cochi con Levi’s” para llevar agua a su molino donde cree que ya con eso, se ganará lo que queda de la militancia del Revolucionario Institucional y así poder ser el ungido a la dirigencia estatal del PRI, hay Gomercito te hacen falta ver más BAX dijera 

Sylvester Stallone.