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En su reciente declaración, Paulina Otanez, una reportera de El Debate, ha expresado su preocupación acerca de la integridad, la cual señaló de manera directa a funcionarios de Autónoma de Sinaloa (UAS). 

“Responsabilizó a funcionarios de la UAS de que se agreda mi integridad por cualquier persona que pertenezca a la comunidad universitaria, su discurso fomenta el odio contra la prensa y quiénes realizamos las notas periodísticas”: reza tajantemente en las redes sociales de Paulina Otanez, reportera de El Debate.

Sus palabras se centran en una agresión directa a su persona por parte de miembros de la comunidad universitaria y señalan a funcionarios de la UAS como responsables de fomentar el odio hacia la prensa.

Es importante abordar esta cuestión con sensatez y considerar varios aspectos clave. En primer lugar, la libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática. 

Los periodistas desempeñan un papel vital al informar de manera independiente y objetiva sobre eventos y cuestiones de interés público, incluyendo aquellos relacionados con instituciones educativas como la UAS.

Sin embargo, es necesario destacar que la relación entre la prensa y las instituciones puede ser tensa en ocasiones. Las críticas y desacuerdos son parte de la dinámica natural en una sociedad democrática. 

No obstante, es responsabilidad de ambas partes abordar estos desacuerdos de manera constructiva y respetuosa sin embargo algunos personajes pintorescos de la UAS, se molestan cuando critican al Rector o las presuntas irregularidades de esta administración de la Universidad incluso de pasadas administraciones.

En cuanto a la acusación de que funcionarios de la UAS fomentan el odio contra la prensa, es esencial investigar y analizar, pero sobre todo denunciarlas a las autoridades competentes para que estas no queden impunes. 

En resumen, la declaración de Paulina Otanez pone de manifiesto la importancia de mantener un diálogo abierto y constructivo entre la prensa y las instituciones, como la UAS. 

La libertad de prensa y el respeto por el periodismo independiente son fundamentales para la democracia, y es esencial que ambas partes trabajen juntas para garantizar un ambiente en el que los periodistas puedan desempeñar su papel sin temor a represalias.