Culiacán, Sinaloa. 27 de marzo de 2025.- Luego de más de un año de haber sido removido de manera injusta de sus funciones docentes en la Facultad de Estudios y Políticas Internacionales de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), el catedrático Sergio Mario Arredondo Salas ha sido reinstalado en su cargo, en un acto que representa justicia y reconocimiento a su lucha por la democratización y transparencia en la máxima casa de estudios.

La destitución de Arredondo Salas en noviembre de 2023 fue ampliamente señalada como una represalia política. En ese momento, además de su labor académica, el profesor también se desempeñaba como diputado local en el Congreso del Estado, desde donde exigía rendición de cuentas y mayor transparencia en la UAS, una institución que durante casi dos décadas había operado bajo un esquema de control autoritario.

Su activismo dentro del Congreso, donde impulsaba la transformación de la universidad bajo principios de democracia, paridad de género y libertad de expresión, no fue bien recibido en la administración universitaria. En respuesta, las autoridades de la UAS orquestaron su despido, impidiendo que continuara impartiendo clases y generando un fuerte rechazo en la opinión pública, que calificó la medida como una venganza política.

Sin embargo, lejos de amedrentarlo, esta acción fortaleció su determinación. Durante su paso por la LXIV Legislatura, Arredondo Salas jugó un papel clave en la aprobación de una nueva Ley Orgánica para la UAS, estableciendo mecanismos que garantizan la pluralidad, la equidad y la participación democrática dentro de la institución.

A un año, tres meses y 25 días de su despido, la reinstalación de Arredondo Salas en la universidad marca el reconocimiento a su lucha y su compromiso con una educación libre y transparente. Su regreso no solo reivindica su trayectoria académica, sino que también subraya el impacto de su labor legislativa en favor de la modernización de la UAS.

Además de su prestigio como docente, Sergio Mario Arredondo dejó huella en la vida pública de Sinaloa con su trabajo en el Congreso. Como presidente de la Comisión de Fiscalización y miembro de la Comisión de Educación, contribuyó de manera decisiva a la reforma universitaria, consolidándose como una figura clave en la transformación institucional del estado.

Su reinstalación en la UAS es un triunfo para la justicia y la autonomía universitaria, así como un recordatorio de que la lucha por la transparencia y la democracia en las instituciones públicas es una causa que vale la pena defender.