Sinaloa y otros diez estados de México están enfrentando una severa crisis de sequía, con el 100% de sus municipios afectados por condiciones extremas de falta de lluvia. Esta situación alarmante, reportada por el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional, ha persistido desde el verano de 2023 y se ha extendido a lo largo de los primeros cinco meses del 2024, subrayando un problema ambiental crítico en la región.
Los estados también gravemente afectados incluyen Tabasco, Querétaro, Morelos, Nayarit, Estado de México, Hidalgo, Aguascalientes, Ciudad de México, Durango y Guanajuato. Cada uno de estos estados comparte la crítica situación de Sinaloa, lidiando con la escasez de agua que amenaza la agricultura, la vida silvestre y el suministro de agua para los residentes.
Además, otros estados como Zacatecas, Tlaxcala, San Luis Potosí, Puebla, Michoacán, Guerrero, Chiapas y Sonora también enfrentan desafíos significativos debido a la sequía, aunque en una proporción ligeramente menor. Estos estados tienen entre el 84.7% y el 96.7% de sus municipios en diversas etapas de sequía, lo que también es motivo de preocupación.
A pesar de la situación predominante, hay un rayo de esperanza gracias a las primeras lluvias registradas en algunos estados como Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo. Estas precipitaciones, que ocurrieron durante la segunda quincena de abril de 2024, fueron resultado de la interacción de tres frentes fríos con otros fenómenos meteorológicos como vaguadas en niveles medios y altos de la atmósfera, líneas secas y canales de baja presión.
Estas lluvias han contribuido a la reducción de las áreas de sequía extrema a severa en lugares como Sonora, y de sequía moderada en áreas fronterizas entre Coahuila y Nuevo León, así como en el sur de Veracruz y la costa de Chiapas. Aunque estos cambios son positivos, aún es necesario un enfoque sostenido y estrategias de largo plazo para combatir y mitigar los efectos de la sequía en estas regiones críticamente afectadas.
