La lucha contra el fentanilo en Sinaloa un desafío para la sociedad y el gobierno
El día de hoy, Sinaloa se enfrenta a una advertencia clara y directa proveniente de los rincones de la clandestinidad de la sociedad: las narcomantas firmadas por el grupo Los Chapitos, prohibiendo la venta, fabricación y transporte del fentanilo en la región.
Las primeras de ellas que fueron reportadas por conductores que circulaban de norte a sur de la carretera Internacional México 15, fue en el valle del Carrizo, en las inmediaciones del ejido Chihuahuita, a la altura del puente desnivel ubicado en esa comunidad.
Asi mismo se reportaron mantas en todo el estado, en la zona que es controlada por este grupo criminal pues además del norte, la región del Évora y Culiacán, también en el sur en el municipio de Mazatlán y El Rosario se reportó el hallazgo de Mensajes en los cuales señalan la prohibición del Fentanilo.
Cabe señalar que el fentanilo, un opiáceo sintético extremadamente potente y peligroso, ha estado devastando comunidades en todo el mundo, causando una crisis de salud pública.
La prohibición anunciada por Los Chapitos se interpreta como una advertencia directa a otros grupos delictivos que aún trafican con la letal droga además un gesto para mostrar preocupación por la comunidad.
En primer lugar, estas narcomantas subrayan la necesidad urgente de una acción gubernamental efectiva. Las autoridades deben tomar medidas inteligentes para investigar a fondo la producción y distribución de fentanilo en la región.
Además, es vital que la sociedad se una en esta lucha. La educación y la concientización son herramientas poderosas para prevenir el consumo de drogas y reducir la demanda. Las escuelas, las organizaciones comunitarias y los padres desempeñan un papel fundamental en la prevención del abuso de sustancias.
Es necesario establecer programas de educación efectivos que informen a los jóvenes sobre los peligros del fentanilo y otras drogas.
Por otro lado, es importante que las personas que luchan contra la adicción reciban el apoyo y la atención que necesitan.
La expansión de los servicios de tratamiento y rehabilitación es esencial para ayudar a aquellos que están atrapados en el ciclo destructivo de las drogas.
Además, la sociedad debe eliminar el estigma que rodea a la adicción para que las personas puedan buscar ayuda sin miedo al rechazo.
En última instancia, estas narcomantas son un llamado de atención para todos nosotros. Sinaloa no puede permitirse ser controlado por el miedo y la intimidación.
Es hora de unirnos como comunidad, apoyar a aquellos que están en necesidad y trabajar incansablemente para erradicar el fentanilo y otras drogas de nuestras calles.
























