“Cuando la realidad supera a la inteligencia artificial… y también al sentido común.”
Una vez más, el alcalde de Elota, Sinaloa, Richard Millán, se coloca en el centro de la polémica, pero no por resultados de gobierno, sino por un evidente desliz político y de comunicación.
En plena temporada decembrina y en un contexto donde muchas familias elotenses enfrentan dificultades económicas y sociales, el presidente municipal tuvo lo que muchos consideran una mala idea: enviar un mensaje de “Feliz Navidad” a la ciudadanía… desde Big Bear Lake, California, uno de los destinos turísticos más exclusivos de invierno en Estados Unidos, famoso precisamente por sus paisajes nevados.
El gesto no pasó desapercibido. Lejos de generar cercanía o buenos deseos, el mensaje provocó críticas e indignación en redes sociales, donde ciudadanos cuestionaron la falta de sensibilidad del edil al presumir —aunque de manera implícita— un viaje al extranjero mientras gobierna un municipio con múltiples rezagos.
El video o imagen difundida dejó claro el contraste: nieve, descanso y postal navideña de fondo, frente a la realidad cotidiana de Elota, donde la “nevada” más cercana sigue siendo la de problemas sin resolver.
Este episodio vuelve a evidenciar que la política no solo se ejerce con discursos, sino también con símbolos, tiempos y contextos. Y cuando estos se ignoran, el costo suele pagarse en credibilidad.

























