Los Mochis, Sinaloa.-La campaña de Mingo Vázquez por la alcaldía de Ahome, representando al PRIAN, parece desplomarse en un espectáculo público de desinterés y decepciones. 

En un reciente evento en la colonia Toledo Corro, la asistencia fue desalentadoramente baja, con menos de cuarenta personas presentes, un reflejo palpable de la falta de conexión y apoyo hacia su candidatura.

A esta falta de entusiasmo se le suma una controversia que socava aún más su credibilidad: Mingo Vázquez, a quien algunos han apodado «Mingo Mentiras», no es originario de Sinaloa. 

Recientemente se reveló que nació en el estado de Nayarit, un detalle que podría parecer menor, pero que resalta la percepción de falta de autenticidad y arraigo con los electores sinaloenses que espera representar.

Estos desarrollos son particularmente problemáticos para Vázquez en un contexto político donde la autenticidad y la integridad son valoradas más que nunca. 

El apodo de «Mingo Mentiras» parece resonar con una creciente base de votantes desencantados, cansados de las falsedades y las promesas vacías que a menudo saturan la política local.

En un intento de campaña que ya enfrenta obstáculos significativos, la revelación de su origen nayarita y la pobre asistencia a sus eventos son indicativos de una campaña en crisis. 

La estrategia de Vázquez necesita una revisión urgente si espera revertir estas percepciones negativas y reconectar con los votantes de Ahome antes de que sea demasiado tarde.

La campaña de Mingo Vázquez es un claro ejemplo de cómo los detalles personales y la resonancia emocional juegan un papel crucial en la política moderna. 

Sin un cambio significativo, su campaña podría ser recordada no por sus logros, sino por su notable desconexión con las necesidades y expectativas de los ciudadanos a quienes aspira a servir.