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En el remoto ejido Felipe Ángeles, perteneciente al municipio de Ahome, se vivió una historia de valentía y solidaridad que merece ser destacada. 

Una joven de apenas 17 años, cuyo nombre permanece en el anonimato, enfrentó un inesperado parto en su propio hogar, desafiando las circunstancias y el tiempo. 

Pero, gracias a un grupo de héroes anónimos de los Servicios de Urgencias Médicas Municipales de Ahome (SUMMA), esta historia tuvo un final feliz.

Los familiares de la joven compartieron el dramático momento en que el parto se adelantó, un momento de angustia y urgencia. 

Con la intención de llevarla rápidamente al hospital, la madre de la joven embarazada solicitó un taxi. Sin embargo, el conductor del vehículo, al percatarse de la situación crítica, tomó una decisión que marcaría la diferencia: llamó al 911 para solicitar asistencia médica inmediata, reconociendo el riesgo de un parto inminente.

Los paramédicos de SUMMA, verdaderos ángeles de la emergencia, respondieron con rapidez y profesionalismo. Llegaron al lugar en cuestión de minutos y brindaron los primeros auxilios a la madre, permitiendo que diera a luz a una hermosa bebé en su propio hogar. Estos héroes anónimos no solo asistieron en el parto, sino que también cortaron el cordón umbilical y aseguraron que tanto la madre como la recién nacida estuvieran estables.

El desenlace feliz de esta historia no termina aquí. Madre e hija fueron trasladadas al Hospital General de Los Mochis, donde recibirán la atención médica especializada que necesitan. 

Es una noticia alentadora saber que la bebé se encuentra en perfecto estado de salud, lo que es un testimonio del profesionalismo y dedicación de los paramédicos de SUMMA.

Es importante reconocer y aplaudir la labor de estos héroes anónimos que trabajan incansablemente en situaciones de emergencia, a menudo sin el reconocimiento que merecen. En este caso, nombres como Jesús Navas, Humberto Gaxiola y Yamilka Romero merecen ser recordados por su valentía y humanidad al servicio de la comunidad. 

Yamilka Romero, en particular, ha demostrado una notable experiencia al recibir a más de seis bebés, en condiciones desafiantes, durante sus traslados en ambulancia desde ejidos remotos de la zona rural hasta hospitales en la ciudad de Los Mochis.

Este episodio nos recuerda la importancia de valorar y apoyar a los servicios de emergencia y a aquellos que trabajan incansablemente para salvaguardar la vida y la salud de nuestra comunidad. La historia del ejido Felipe Ángeles nos enseña que los héroes no siempre llevan capa; a menudo llevan uniformes de paramédicos y, sobre todo, un corazón dispuesto a ayudar en momentos cruciales. 

Es un recordatorio de que la solidaridad y la acción rápida pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.