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En la perla del pacifico, están más salados que la bragueta de un pescador reza el viejo y conocido refrán, ya que la noche de este lunes, se produjo un naufragio alarmante en el puerto de Mazatlán, en el que se vio involucrado el carguero ‘Chiapas’.
A pesar de la magnitud del incidente, la falta de información adecuada por parte de las autoridades y la empresa involucrada, Baja Ferries, está generando inquietud y preocupación entre la comunidad y los observadores ambientales.
El carguero ‘Chiapas’ estaba anclado frente al muelle de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) y, según informes preliminares, había llegado a puerto hoy mismo para ser cargado. Sin embargo, las causas exactas que llevaron a su hundimiento siguen siendo un misterio, ya que ni las autoridades ni la empresa han proporcionado información esclarecedora.
La falta de transparencia en este incidente es inaceptable. A pesar de que se ha evacuado al personal de la embarcación y se informa que no hay víctimas ni desaparecidos, es crucial que las autoridades ofrezcan una explicación detallada sobre lo sucedido y las medidas preventivas que se tomarán para evitar futuros incidentes similares.
Además, aunque Baja Ferries ha mencionado que están tomando medidas para mitigar el impacto ambiental, no se han proporcionado detalles concretos sobre cómo se abordará esta importante cuestión. La comunidad y los defensores del medio ambiente merecen una explicación completa y acciones concretas para proteger la salud del ecosistema circundante.
Es esencial que las investigaciones sobre las causas del naufragio sean exhaustivas y transparentes, y que se compartan los resultados con el público. La coordinación entre Baja Ferries, la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Administración del Sistema Portuario Nacional de Mazatlán (ASIPONA) es un paso en la dirección correcta, pero se necesita una mayor claridad y responsabilidad en esta situación crítica.
La comunidad espera que las autoridades y la empresa involucrada actúen con la debida diligencia y transparencia para abordar este incidente y garantizar la seguridad del puerto y su entorno ambiental. La falta de respuestas adecuadas solo aumenta la incertidumbre y la preocupación entre los habitantes de Mazatlán y aquellos que se preocupan por la salud del medio ambiente local.
Las causas exactas del incidente aún están bajo investigación por parte de las autoridades competentes.
La inmovilización del buque ha generado un retraso en la navegación de otros barcos que utilizan este importante canal de navegación para el transporte de mercancías.
Se espera que se implementen medidas para despejar la situación lo antes posible y permitir la reanudación segura de la navegación.



























