El primer caso de gusano barrenador en México ha encendido las alarmas en el sector ganadero.
Detectado en Chiapas, este parásito, que había sido erradicado del país hace años, representa un grave riesgo no solo para el ganado, sino también para mascotas y seres humanos, ya que se alimenta de tejido vivo, causando daños severos.
En respuesta, Sinaloa ha decidido extremar precauciones para proteger su cabaña ganadera y evitar que este parásito afecte la economía y la salud del estado.
Autoridades locales han implementado controles sanitarios más estrictos en las fronteras, así como campañas de concientización dirigidas a ganaderos y veterinarios para identificar posibles casos.
“El gusano barrenador puede causar estragos en el sector agropecuario. Es crucial que se tomen medidas contundentes para impedir su ingreso a Sinaloa”, comentó un representante del sector ganadero.
Además de los controles fronterizos, se está promoviendo la revisión constante de los animales y la implementación de tratamientos preventivos en las zonas rurales.
También se insta a la población a reportar cualquier anomalía en el comportamiento o salud de sus animales a las autoridades competentes.
El gusano barrenador, conocido científicamente como Cochliomyia hominivorax, deposita sus larvas en heridas abiertas de animales y humanos, donde se desarrollan mientras consumen tejido vivo.
Esto no solo genera graves lesiones, sino que puede comprometer la vida del huésped si no se trata a tiempo.
Sinaloa, como uno de los principales estados ganaderos del país, tiene un interés particular en evitar que este parásito llegue a su territorio. Por ello, el llamado es a la cooperación y vigilancia constante de toda la comunidad.
Las autoridades reafirman su compromiso de proteger la salud pública y la ganadería sinaloense, destacando que la prevención es clave para evitar un brote de este peligroso parásito en la región.