La reciente investigación del Cinvestav ha arrojado luz sobre una preocupante realidad en los mercados locales de la Ciudad de México.
La presencia de bacterias de origen fecal, incluyendo la peligrosa Staphylococcus aureus, en quesos y cremas vendidos en tres tianguis de la ciudad, plantea una seria amenaza para la salud pública y resalta la necesidad urgente de una regulación más estricta en la producción y venta de productos lácteos artesanales.
Es alarmante descubrir que un 8 por ciento de las cremas analizadas mostraron una baja calidad microbiológica, indicando la presencia de bacterias asociadas con heces humanas o animales.
Esta situación representa un riesgo significativo para los consumidores, ya que estas bacterias pueden causar enfermedades graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
El hallazgo más inquietante fue la presencia de Staphylococcus aureus en la “crema de rancho” no pasteurizada, un producto que ha sido tradicionalmente apreciado por su autenticidad pero que ahora se revela como un riesgo para la salud debido a su inadecuado proceso de conservación.
Esta investigación no solo subraya la importancia de la higiene en la producción de alimentos, sino también plantea preguntas fundamentales sobre las prácticas de venta en los mercados locales.
La falta de regulación adecuada ha permitido que productos potencialmente peligrosos lleguen a manos de los consumidores sin que estos estén debidamente informados sobre los riesgos asociados.
Es esencial que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar esta situación. Se requiere una regulación más estricta en la producción y venta de productos lácteos artesanales, con un enfoque en las prácticas de higiene y seguridad alimentaria.
Además, es vital educar a los productores y consumidores sobre las medidas necesarias para garantizar la calidad y seguridad de los alimentos.
La seguridad alimentaria es un derecho fundamental de cada individuo, y las autoridades tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos contra cualquier amenaza para su salud. Este estudio es una llamada de atención para que se implementen medidas efectivas y se establezcan estándares rigurosos en la producción y venta de alimentos en los mercados locales. Solo con una regulación adecuada y una supervisión constante podemos asegurar que los productos que llegan a nuestras mesas sean seguros y saludables para el consumo humano.
