Culiacán, Sinaloa, 28 de julio de 2024.-En un ambiente cargado de tensión y expectación, las primeras luces del día revelaron la llegada de fuerzas especiales y paracaidistas militares a esta ciudad, un evento que pocos podrían haber anticipado.
Los helicópteros surcaron el cielo con un estruendo inconfundible, mientras los vehículos blindados se desplazaban estratégicamente por las calles.
Esta exhibición de fuerza es una respuesta directa a la detención de Ismael «El Mayo» Zambada en Estados Unidos, un golpe certero a uno de los capos más influyentes del Cártel de Sinaloa.
Los militares, vestidos con uniformes tácticos y fuertemente armados, realizaron un recorrido de reconocimiento por las principales avenidas y puntos estratégicos de Culiacán.
El objetivo: inhibir posibles brotes de violencia y mantener el orden público en una ciudad que ha sido testigo de episodios de violencia relacionados con el narcotráfico en el pasado.
La presencia militar, aunque intimidante para algunos, infundía un sentido de seguridad en una ciudad que ha aprendido a vivir con la amenaza latente del crimen organizado.
Los rumores se esparcieron rápidamente por la ciudad, alimentando las especulaciones sobre posibles represalias por la detención de «El Mayo».
Sin embargo, las autoridades han sido claras en su mensaje: no habrá espacio para la violencia ni para el caos.
La coordinación entre las fuerzas locales y federales se ha intensificado, y los operativos de vigilancia se han extendido a lo largo del día.
Mientras tanto, en las redes sociales, los habitantes de Culiacán expresan sus opiniones divididas. Algunos aplauden la firmeza de las autoridades, mientras que otros temen que la presencia militar pueda desencadenar más violencia.
Los próximos días serán cruciales para determinar si la detención de «El Mayo» Zambada será el inicio de una nueva era de paz en Culiacán, o si, por el contrario, desatará una nueva ola de conflictos.
La crónica de hoy deja una marca indeleble en la historia de Culiacán, recordándonos la compleja y peligrosa danza entre el crimen y la justicia.