San Ignacio, Sinaloa, a 6 de mayo de 2025.- La tranquilidad de la sierra sinaloense fue interrumpida una vez más. Esta vez no fueron los disparos ni las persecuciones lo que alteró el ritmo pausado de San Juan, una comunidad enclavada en el municipio de San Ignacio, sino el hallazgo de dos artefactos explosivos que despertaron el temor y la alerta entre sus habitantes.
Fue el pasado 2 de mayo cuando los cuerpos de seguridad, en un operativo de rutina, encontraron en este poblado dos artefactos improvisados, similares a granadas, elaborados con material galvanizado. El descubrimiento activó de inmediato los protocolos de seguridad y la intervención de fuerzas especializadas.
Este lunes, luego de días de análisis y preparación, personal altamente capacitado de la Célula Contra Artefactos Explosivos, en coordinación con elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Marina, la FGR, la Fiscalía estatal y la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, procedieron a la destrucción controlada de los artefactos. La operación fue ejecutada con estrictas medidas de seguridad, lejos de zonas habitadas, y sin que se registraran incidentes.
La tensión se sintió en el aire. Los habitantes observaron desde la distancia, entre el temor de lo que pudo ser una tragedia y el alivio de ver cómo la amenaza era eliminada. La presencia de las fuerzas armadas en la región se ha vuelto habitual, pero no por ello menos inquietante. Sin embargo, en esta ocasión, su presencia trajo un respiro de seguridad.
Las autoridades han reiterado que este tipo de acciones son muestra del compromiso de los gobiernos federal y estatal con la protección de la ciudadanía. Asimismo, hicieron un llamado a la población a mantenerse alerta, reportar cualquier situación sospechosa al 911 o al 089 de forma anónima, y confiar en las instituciones.
Mientras tanto, San Ignacio vuelve lentamente a su rutina. El eco de los explosivos controlados aún retumba en la memoria colectiva del poblado, como un recordatorio de que, en medio de la belleza agreste de la sierra, la amenaza sigue latente… pero también la esperanza.