El inicio del 2024 en Culiacán se vio ensombrecido por una peligrosa tradición que persiste: los disparos al aire como parte de los “festejos” de Año Nuevo.
Este acto irresponsable y potencialmente letal resonó en todos los rincones de la capital sinaloense, dejando a los ciudadanos alarmados y documentando la balacera a través de redes sociales.
Desde el sur hasta el norte, pasando por el centro y sus alrededores, residentes compartieron videos que mostraban el cielo iluminado por disparos, combinados con pirotecnia.
Más de 30 minutos de estruendos que se superpusieron al tradicional abrazo de Año Nuevo entre las familias, generando un ambiente de peligro y tensión innecesarios.
Aunque, hasta ahora, no se han reportado personas heridas debido a balas perdidas o accidentes con pirotecnia, la falta de precaución sigue siendo motivo de preocupación.
Los informes de tales incidentes suelen llegar minutos después de la medianoche, cuando las balas, lanzadas al azar, pueden representar un riesgo real para la seguridad de la comunidad.
Es imperativo abordar esta problemática arraigada en la cultura local y promover alternativas seguras para celebrar la llegada del nuevo año. La seguridad y el bienestar de la población deben estar por encima de prácticas peligrosas que amenazan la paz y la integridad de Culiacán.
