Por: SinaloaNEWS
Como reza el dicho “si no pueden, que renuncien” La reciente controversia en torno a la llegada del General Gerardo Mérida Sánchez como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa plantea cuestiones importantes sobre la gobernanza y la gestión de recursos humanos en esta entidad.
La declaración del gobernador Rubén Rocha Moya de que “ya le ordené; que se vayan los que no tienen nombramiento” es un llamado de atención sobre la importancia de establecer procesos transparentes y eficientes en el ámbito de la seguridad pública.
En primer lugar, es alentador ver que el gobernador está tomando medidas para abordar las denuncias de hostigamiento y abuso laboral que han surgido con la llegada del nuevo titular.
Sin embargo, esta situación plantea interrogantes sobre la forma en que se gestionan los recursos humanos en la Secretaría de Seguridad Pública. ¿Por qué se permitió que personas sin nombramiento oficial ingresaran a la institución en primer lugar? La selección de personal en una entidad tan crucial como la de seguridad pública debe ser transparente y estar sujeta a un escrutinio riguroso.
La insistencia del gobernador en que el General Mérida Sánchez debe acatar sus órdenes también plantea preguntas sobre la autonomía y la autoridad de quien lidera la Secretaría de Seguridad Pública.
Es importante que el titular de esta dependencia pueda tomar decisiones de manera independiente y basadas en la experiencia y el conocimiento del campo de la seguridad. La interferencia política puede socavar la efectividad de las acciones de seguridad pública.
La declaración de que Gerardo Mérida “no viene a Sinaloa a nombre de nadie” suscita interrogantes sobre la transparencia en el proceso de selección y contratación. Los ciudadanos tienen derecho a conocer la trayectoria y las competencias del líder de la Secretaría de Seguridad Pública, especialmente cuando se trata de una cuestión tan crítica como la seguridad.
En resumen, esta situación destaca la importancia de una gestión gubernamental efectiva y transparente en el ámbito de la seguridad pública. La seguridad de la población es una prioridad que debe ser abordada con seriedad y responsabilidad, y es responsabilidad de las autoridades estatales garantizar que esto ocurra.
La gobernanza y la gestión de recursos humanos en la Secretaría de Seguridad Pública deben ser procesos claros y bien supervisados para asegurar la confianza de la comunidad y el cumplimiento de los objetivos de seguridad.
